lunes, 17 de marzo de 2014

Semana 2

Esta historia la inventé yo, es anónima y, por lo tanto, de dominio público, por lo que puede ser reproducida de cualquier modo. Sólo para adultos.

Personajes:
Emma:recién casada
Peter: recién casado, sumiso

Inicio de la historia: encontrado en la red.

Resumen: Bob y Emma están recien casados. Desde un poco antes de la boda, Bob decidió dejar de pelear con Emma, quién tiene un caracter un poco fuerte y convertir su matrimonio en uno liderado por su esposa. Pero no le dice nada, sino que actúa como un marido sumiso, haciendo todas las tareas de casa y, cuidando y mimando a su bella esposa, esperando a que ella se dé cuenta por sí sola. Mientras tanto, Bob le pide a su esposa que escriba una especie de diario íntimo en un blog mientras él hace lo mismo en otro blog. Cada uno de ellos escribe sus impresiones sobre los inicios del matrimonio, semana a semana, pero lo mantiene oculto a los ojos del otro miembro de la pareja. Se supone que un día, sin decidir cuando, cada uno leerá el blog del otro y juntarán los dos relatos en un blog o web. Las entradas con la etiqueta Emma y Bob son el resultado de juntar los dos blogs. En todo caso no es más que una historia inventada.

El relato de Emma:

Bob estuvo esta semana aún más cariñoso que la semana pasada. Todos los días me preparó un baño, me enjabonó todo el cuerpo, me sacó el jabón, me secó con la toalla y me dio un masaje en la espalda y el cuello. Aunque estaba boca abajo, sentí su polla dura rozar mi piel en un par de ocasiones pero le dije que lo dejara para otro día. Todas mis amigas me dicen que cuando viven en pareja con un hombre, se ven "obligadas" de algún modo a dejarse follar, pero eso no va conmigo. Nunca me dejé avasallar por ningún hombre. Si yo tengo ganas, follo, pero si no tengo ganas, no hay sexo. En eso soy muy intransigente. Además, la polla de Bob no es muy grande ni él la sabe usar muy bien. Lo siento, cariño, sé que te va a doler cuando leas esto, pero es la verdad. Trendrás que darme placer usando otros métodos: un dedo, la boca, usando pollas de plástico que cubren la tuya. Hoy en día hay muchos métodos. Bueno, esto me recuerda que cuando cobre a final de mes tengo que comprame algún aparatito sexual. Una no es de piedra.

He seguido trabajando toda la semana dos horas más cada día, incluso el viernes, a pesar de que había dicho lo contrario. En la oficina hay mal ambiente y dicen que los jefes están pensando en reducir la plantilla. Espero que no me toque a mí. Pero al menos acabé la faena que tenía pendiente.

Bob ha estado trabajando en casa comprando, cocinando, lavando la ropa, planchándola, etc. Antes he usado la palabra cariñoso y si, es cierto, está más cariñoso, pero esta palabra sola no expresa todo: Bob está más cariñoso, pero también más servicial, más humilde, más pendiente de mi. No sé, me parece una actitud bastante rara para un hombre. Nunca he conocido a ninguno que le guste las tareas del hogar. ¿Mi Bob me ha salido un "cocinitas"? Sé que hay hombres que les gusta cocinar, pero ¿a quién le gusta limpiar? En general tampoco nos gusta a las mujeres. Sé que hay mujeres a las que les obsesiona la limpieza. Mi tía Romina es de esas. Nunca les parece que todo está suficientemente limpio. Pero este es un pequeño desorden mental. Pero no creo que este sea el caso de Bob: limpia mucho y muy bien pero no parece estar obsesionado con ello.

Pero además, Bob no sólo se ocupa de la casa, sino también de mi. Cuando estamos los dos en casa, no me deja ayudarle en nada. No me deja ayudarle a hacer la cena, a poner la mesa, a retirarla, a lavar los platos. Insiste en que me relaje, que escuche música, que use la computadora para contactar con mis amigas.

Sábado y domingo follamos, pero decidí no hacer la postura del misionero sino que le puse en la cama boca arriba, le chupé la polla y me senté sobre ella. Hay menos contacto físico entre los dos pero me recompensa mejor, porque me parece que estoy sobre él, no sólo en el plano físico, sino también en la relación de pareja.

Si intento psicoanalizarme veo que cuando él está trabajando y yo estoy sin hacer nada, o cuando está dándome un masaje sobre la cama, o enjabonándome en la bañera, estas acciones despiertan en mi una especie de sentimiento de superioridad, de ser como una reina o una princesa a la que le sirve un esclavo. Me está gustando demasiado y temo que algún día acabe todo. A todos nos gusta ser mimado y ser el centro de atención de nuestra pareja, pero lo malo es cuando la cosa es temporal y después, cuando todo acaba, que da la decepcionante realidad. Espero que esto no acabe nunca porque parece que es adictivo.



Relato de Bob:

Emma vino el lunes de pésimo humor. Tiene buen caracter escepto cuando está de mal humor. En esos casos, la hace pagar a los demás. En este caso, a mi, que soy quién está siempre cerca.

Le pregunté porque estaba de mal humor y me contestó, a regañadientes, que en la ofi había un rumor de que se produciría una reducción de la plantilla. Aquello me extrañó porque Emma estaba haciendo horas extras, sin cobrarlas, pero no dije nada sobre esta aparente contradicción. Para tranquilizarla, le dije que todo iba a pasar y que no sucedería nada perjudicial para ella:

- ¿Y tú que sabes? ¿Conoces los planes de los jefes? ¿Tienes alguna información que yo no conozca o lo tuyo es hablar por hablar?

- Perdona, yo sólo petendía tranquilizarte.

- Lo siento, te pido perdón.

Entonces comprendí que, además de meter la pata, debía cambiar de táctica. Decidí mostrame más sumiso y cariñoso con ella. Me aparté de ella y al cabo de una media hora, le pregunté si quería tomar un baño. Me ofrecí a prepararle la bañera:

-Si, gracias -contestó todavía seria.

Después de tomar el baño y darle un masaje, su ánimo cambió. Estaba tranquila y relajada.

- Mira, yo no puedo modificar los males que te puedan pasar en la oficina, pero si puedo darte un baño y masajearte. Por lo menos, vas a estar relajada cuando vayas a la cama.

- Gracias, cariño, lo agradezco mucho. ¿Puedes traerme una pastilla del tranquilizante que tomo de vez en cuando?

- Lo siento, no queda. Se acabó.

- Vaya contrariedad. Voy a tener que llamar a Sandra para que me haga una receta.

- Te traigo el móvil -y salí corriendo.

Sandra es una de sus amigas y es médico. Después de llamar a Sandra, me ofrecí para ir a su casa y después ir a la farmacia. Cuando volví ya estaba dormida en la cama sin cenar. Estaba hambriento, pues era más tarde de lo habitual, pero esperé como un perrito sentado en el borde de la cama. Al cabo de poco más de una hora se despertó.

- Mientras estabas fuera me dormí. Se ve que el baño y el masaje me relajaron mucho. No sé que haría sin ti. Mi vida sería mucho más difícil. Ahora lamento haberte reñido como a un niño malo, pero vine cansada y nerviosa.

- Cariño, yo estoy encantado de servirte. Yo sólo trabajo media jornada, aunque en la práctica terminan siendo seis horas, pero al mediodía ya estoy libre. Normalmente trabajas cuatro horas más, pero estos día estás trabajando hasta doce horas. Y si hay rumores en la oficina, normal que descarges tu ira conmigo. Pero yo siempre estoy encantado de servirte. Tu felicidad es lo que más me importa.

- Gracias cariño -y me dio un beso.

Para mi esto fue lo más relevante de la semana, pues significaba un gran paso hacia mi objetivo de establecer un dominio femdom en nuestra vida.

http://obedientboyfriend.blogspot.com.ar/2011/10/todays-pampering.html