lunes, 12 de enero de 2015

Bobby

Mi madre se enfermó de sífilis y ella no era una mujer que tuviera ningún amante. Así que la única alternativa es que mi padre se la hubiese transmitido. Mis padres se divorciaron. Yo tenía 16 y nada de sufir un trauma por el divorcio de mis padres, tal como sale en las películas malas. Yo le hubiera cortado las pelotas.

Desde entonces decidí que ningún hombre me haría a mi lo que mi viejo le hizo a mi madre. Y empezé a investigar sobre aparatos de castidad maculina. Durante mis años de estudiante universitaria ni siquiera intenté aplicar el tema a ningún chico, así que me contenté con follar con condón. Me concentré en mis estudios, y obtuve muy buenas notas, así que al acabar mis estudios, encontré pronto un trabajo bien remunerado.

Tengo la impresión de que la mayoría de los blogs y webs de femdom son realizados por hombres con pene pequeño. ¿A qué mujer, salvo que sea por dinero, le puede interesar un hombre con un pene diminuto? A ninguna. Aunque puedas buscar un amante con una polla grande, ¿qué pasa cuando un miércoles te apetece follar? Está bien, el cunilingus está muy bien, pero muchas veces te apetece una polla y no una lengua en tu coño. Hay momentos para todo.

Después de dos años buscando, encontré a Bob, un hombre con una polla mínimamente servible, unos 20 cms. Además Bob trabajaba como funcionario solo durante las mañanas, lo que le dejaba tiempo libre para hacer las tareas del hogar. ¡Qué diferencia llegar a casa y encontrar todo limpio y ordenado! Desde que convivo con Bob me he convertido en una sucia y desordenada: todo lo dejó en el primer lugar que me place, donde me viene más cómodo. ¡Para qué voy a esforzarme si Bob lo recoge y limpia todo!

Quizás no debería considerarme un ama completa, ya que no hago muchas cosas que veo en internet. Al tener el pene de mi marido siempre enjaulado, yo decido cuando él se corre, lo que no significa que le mantenga largos periodos en la castiad más absoluta. No entendo la necesidad de hacer esto. Cómo mínimo follo una vez a la semana con él. A veces incluso dos. Pero los fines de semana los reservo siempre para echar un polvo con mis amantes. He oído que los hombres, de no hacer uso de su polla, se les achica. Busqué un esclavo con una polla de tamaño medio y no iba a permitir que se quedara como la de un bebé. Además, a mi me gusta follar de tres a cuatro veces por semana. Ya sufrí bastantes restricciones sexuales cuando estudiaba en la universidad como para seguir con lo mismo. Así que me follo a mi marido cuando me apetece. Lo importante es que lo hacemos cuando yo quiero, no cuando él quiere. Por supuesto, tampoco me entero cuando le apetece a el, ya que el objetivo de nuestro es satisfacer mis necesidades sexuales, no las suyas.