sábado, 28 de junio de 2014

Uncle Tom

Since I can remember, uncle Tom was always with us. He came every Friday and was with us until early Monday morning. He was very good with us, my sister Laura and I. My names is Cindy and we lived with Dad, Sam, and Mom, Jenny.

Laura and I loved uncle Tom. He was is charming, friendly and funny. Dad was also very good to us, but he was more serious, a person you can trust. Mom was a lovely person, but she was the one who put us limits, and in some extreme cases, punishment. You know, kids need some rules. Thanks to them, Laura and I had a happy childhood.

When we were little girls, uncle Tom came home when we were sleeping. Uncle Tom lived in a city 200 miles from ours. He always came home around 23.00. Howewer, he always came to our room ad gave us a kiss on our cheek. Once he didn't, we woke up crying in the middle of the night.

During the workweek, Mom and Dad slept together in the large bedroom. During the weekends, Mom and uncle Tom slept in the large bedroom, and Dad slept in the guest bedroom. We didn´t knew why, but we didn't care. Weekends were more fun with two Dads.

viernes, 27 de junio de 2014

Yo, ¿sumiso?¿Quién lo sabía?

Enlace.

Probablemente debería dejar algo claro desde el principio. Ustde va a leer con frcuencia que los hombres sumisos saben que lo son, a menudo ya desde la infancia. Por la vergüenza, el miedo y el miedo al rechazo ocultan y, por lo general, reprimen su necesidad de ser dominado hasta la edad adulta y, en ocasiones, a lo largo de toda su vida. Si esto es cierto y, muchos hombres sumisos indican que así es, entonces yo soy una excepción a la regla. Pasé más de 20 años en un matrimonio relativamente feliz con una mujer mandona pero que no es particularmente dominante y nunca, conscientemente, tuve el deseo de arrodillarme a sus pies o desnudar mi trasero para recibir un spanking. Porcierto, la referencia a mi nivel de consciencia está dirigida a todos los expertos en psicología, quienes pronto se apresuran a señalar que, tal vez yo estaba reprimiendo mi deseo subconsciente de sumisión. Supongo que todo es posible, sí que si es cierto, yo no lo sabía y así me libre de años de descontento.
Mi primera mujer tenía una calcomania que decía: "Mierda soy." Mi primer matrimonio se fue por el inodoro. Tenía poco que ver con FemDom y mucho con dos mulas con anteojeras tirando del mismo caro pero en direcciones opuestas. Entonces conocí a una mujer que tenía una calcomanía competamente diferente, de color morado, en la parte trasera de su coche, que decía algo muy diferente: "Adórame como a la Diosa que soy." eso sí, no actuaba como una prima donna. Al contrario, ella era amable, cálida, atenta, respetuosa, amorosa y generosa. Mientras se comportaba con un aire de confianza que exigía respeto y consideración, ella carecía de cualquier atisbo de arrogancia o vanidad. No obstante, me ofendí por esas palabras púrpura y rcuerdo haber pensado más de una vez: "¿Quién diablos se cree ella que es?" A pesar del recelo de una pegatina sobre el parachoques, esta mujer se hizo muy rápidamente mi confidente y mi mejor amiga, después mi amante y, finalmente, mi esposa. Cuando el adhesivo se desgastó y se desvaneció por el clima, lo rasqué para sacarlo y me sentía mucho mejor. Mientras escribo estas palabras tengo que sonreir ante mi ingenuidad de aquel momento. Uhuhu, la calcomanía se había ido, pro, ¿y el tema de la Diosa? No es una casualidad.