Ayer jueves me fui de juerga con mis amigas. Una de ellas celebraba su divorcio. Nos fuimos a cenar, después a un boys, después a tomar la "última", que fueron dos o tres, y allí encontré a un chico que me gustó. Me lo llevé a la cama. Follamos divinamente. Una noche redonda. Me dormí como un tronco, satisfecha. Hacía mucho tiempo que no salía de juerga por la crisis, pero un días es un día. Me desperté sobre las doce, y michico estaba profundamente dormido. Le desperté con unas caricias y pegamos el último polvo. Después se duchó, le preparé un delicioso desayuno y se fue.
Cuando nos despedimos en la puerta con un abeso pasionado y se marchó, cerré la puerta, me senté en el sofá del salón y me quedé absorta por unos minutos.
De repente me acordé: ¡¡¡mi marido!!!
Fue al dormitorio de invitados y allí estaba, desnudo y atado a la cama. Como soy enfermera, la había puesto una bolsa grande de plástico duro y resistente, como la de los goteros pero mucho más grande,con un cañito transparente, que en un extremo le había cortado con un cuchillo, la había puesto sobre el glande de su polla y atado con una goma elástica de hacer extracciones de sangre. Tenía un gag en la boca con una bola roja como esta.
La bolsa de pis estaba casi llena. El pobre llevaba como ujnas quince horas en esa posición. Le costó levantarse pues sus musculos estaban muy doloridos después de tantas horas de inmovilización. Tuve que hacerle masajes en los piernas para que circulara su sangre y se pudiera levantar.
¡¡¡Que despistada que soy!!!